jueves, 25 de mayo de 2023

Marginados de ciudad, amigos del bosque

¡Atención!

¡Atención!

Se dice que en el bosque y en las calles de las ciudades vive un animalito muy peculiar, cara de rata, ojos grandes y brillantes y una cola calva... ¿Puedes adivinar de quien se trata?

¡¡Si, estoy hablando de los misteriosos, bellos e interesantes tlacuaches!!

Dependiendo la región y la creatividad de las personas les suelen poner apodos tales cómo ratón caguamero, tlacuache, rata vieja, gato feo, zarigüeya, chucha, en fin, mis queridos tlacuaches pasan por un montón de sobrenombres, ¡qué loco! ¿no? Aunque el aspecto de estos marsupiales pueda parecer extraño, es uno de los animalitos más interesante del bosque, y hoy te contaremos un poquito más sobre ellos. Así que ponte cómodo querido lector, prepárate una botana y ¡vamos a conocer al tierno pero astuto tlacuache!

Ni rata, ni ratón. El tlacuache es el único marsupial mexicano. Foto: (c) Debate.

El tlacuache es un animal vertebrado y mamífero, de cuerpo robusto, y rostro largo. Su pelaje áspero que mantiene el calor, de color blancuzco, marrón o grisáceo, el rostro es pálido y tiene manchas oculares negras, sus orejas no cuentan con pelo y esta dotado de una cola prensil bastante fuerte.   

En México existen 8 especies de tlacuaches las cuales se separan en siete géneros; Caluromys derbianus, Chironectes minimus, Didelphis virginiana y marsupialis, Marmosa mexicana, Metachirus nudicaudatus, Philander opossum y Tlacuatzin canescens

Especies de tlacuahces de México. Infografía: Ximena Ortega de la Red de Rescate de Tlacuaches. …ᘛ⁐̤ᕐᐷ.

Es el único marsupial americano, poseen una marsupio o bolsa muy similar al de los canguros de Australia -de los cuales son parientes lejanso- la cual cumple con la principal función de proteger y guardar a las crías cuando no están completamente desarrolladas.

Marsupio de un tlacuache. Imagen (c) Claudia González.

Este mamífero es omnívoro, tiene una amplia variedad de alimentación que van desde residuos, frutos, insectos, reptiles pequeños, así como mamíferos en putrefacción; son grandes controladores de plagas, “tienen la habilidad de consumir hasta el 95% de las garrapatas que cruzan su camino, lo que representa la ingesta de hasta 5000 garrapatas durante el verano” (Foro ambiental, diciembre 21, 2021).

Tienen un mecanismo de defensa muy curioso llamado tanatosis, cuando no tiene escapatoria el tlacuache puede tirarse al suelo, poner los ojos en blanco, colgar la lengua y permanecer inmóvil simulando estar muerto, puede durar así hasta… 


Son animales principalmente nocturnos que hacen sus madrigueras en árboles, troncos caídos e incluso en cuevas abandonadas por otros animales, aunque la mancha urbana y la expansión de las ciudades los ha forzado a tener contacto con la población humana, buscando casas o almacenes en los cuales habitar. Estos animales han sido fuertemente perjudicados por la ignorancia y el descuido de los seres humanos, son arrollados, apaleados e incluso torturados por las personas; ya que tienen una increíble capacidad de adaptación, en vez de alejarse de la ciudad, están aprendiendo a vivir en ella. 

En ocasiones, la búsqueda de comida puede resultar mortal.
Fuente de imagen: I_might_be_weasel

Recientemente tuvimos la oportunidad de acercarnos a un individuo de esta especie y le hablamos sobre nuestra investigación, ella muy amablemente se ofreció a contarnos un poco sobre su día a día, en busca de un poco de empatía. 

“Hola, mi nombre es Magnolia, soy una tlacuache de la especie  Didelphis virginiana, y tengo 3 años de edad. Actualmente vivo en un árbol que se encuentra cerca del Centro Universitario de la Costa, incluso creo que está dentro de su territorio. Hace no mucho, vivía cruzando la avenida, pero la loma que una vez existió ahí, simplemente desapareció, lo cual nos obligó a mi y a demás animales -iguanas, aves, otros tlacuaches, insectos e incluso ardillas- a desplazarnos. Algunos murieron atropellados por autos, otros simplemente no pudieron vivir de este lado porque el alimento era escaso o difícil de conseguir. Gracias al universo, en ese momento yo no tenía crías y tampoco vivía con mi familia, así que fue más sencillo para mí cruzar y comenzar la búsqueda de un nuevo hogar. 

Debo confesar que la búsqueda no fue nada fácil, espere a que llegara la noche para decirle adiós a lo que alguna vez fue mi hogar, con tristeza y tanto miedo que habría entrado en tanatosis, emprendí mi camino hacia las aterradoras luces de una ruidosa ciudad. Camine en silencio, parando abruptamente cada vez que veía las luces de los carros pasar, jamás imaginé que vería a mis amigos partir de esta manera, los tuve que dejar atrás, parece que la los seres humanos les gusta manejar a alta velocidad; corrí con la suerte de no ser atropellada pero no pude ayudar a los demás.  

Después de tanto correr solo quería un poco de tranquilidad;  decidí entrar al patio de una casa con la esperanza de encontrar un poco de comida, mi intención no era molestar, fui silenciosa y cuidadosa, para mi suerte encontré un gran bote repleto de basura, en él había cáscaras de frutas y desperdicios de frituras, me emocioné tanto por el descubrimiento que me descuide de no ser ruidosa y desperté dos grandes perros que cuidaban el lugar, los cuales al notar mi presencia no tuvieron piedad, me tomaron y mordisquearon, intente salir corriendo pero me acorralaron, lo único que pude hacer fue simular mi muerte hasta que después de un largo tiempo por fin se aburrieron, espere a que se durmieran nuevamente y huí del lugar para jamás regresar, en ese momento descubrí que ese no sería mi hogar.


Agotada, cansada y herida me escondí entre los matorrales de lo que parecía ser un canal, el agua no era clara como solía serlo en mi hogar, bebí un poco de esa agua extraña y al ver el amanecer pensé que sería mejor descansar, ¡pero que difícil fue conciliar el sueño en ese lugar!, porque los carros nunca dejan de pasar y la tristeza en mi corazón de recordar lo que alguna vez fue mi hogar.

Podría continuar relatando los difíciles días que me siguieron en la búsqueda de mi hogar, fui pateada por personas, me atacaron con escobas, me llamaron rata de campo y hasta veneno me quisieron atrapar, pero no todo es triste al final, una mañana en la que ya no quería continuar después de tanto buscar me encontré con un tlacuache amable de nombre Wuatzin, su nombre proviene de la palabra Tlakwuatzin de origen Náhuatl, el cual al verme herida y perdida se ofreció a ayudarme.

Era un poco extraño, había edificios, árboles, plantas, animales, personas, autos y hasta un lago en un solo lugar; el se movía con seguridad por la oscuridad que aún brindaba el muy reciente amanecer, yo le seguía con cuidado de no caer, saqueo algunos botes en busca de comida y me mostró dónde es que vivía; una vez en los troncos que formaban su hogar, me compartió de su comida, me contó como era su vida, Wuatzin y yo vivimos historias similares, nos volvimos unidos en poco tiempo, me invitó a quedarme, el lugar parecía ser agradable, aunque me daba miedo seguir sufriendo decidí no salir corriendo.

Con el paso de los días Wuatzin me enseñó un nuevo estilo de vida, fue paciente conmigo, me mostró todos los trucos, recorrimos el lugar, comencé a sentirme como en mi hogar, me contó que vivíamos en una universidad, el Centro Universitario de la Costa, observamos de lejos los distintos estudiantes, estas personas eran distintas a las que había conocido antes; por las noches hacíamos nuestras actividades, recolección de comida, paseos a luz de la luna y algunas pláticas con los demás animales. Aprendí a urbanizarme, un poco ajetreado al principio, pero con práctica y Wuatzin logré sobrellevarlo.

Mi vida por fin se sintió en tranquilidad, encontré mi nuevo hogar y no hablo solo del lugar; por si tenían la curiosidad, después de un bello tiempo de amistad Wuatzin y yo nos enamoramos de verdad. Formamos nuestro propio hogar, no somos perseguidos o lastimados y muy recientemente me convertí en mamá, vivo plenamente con mis pequeños 11 tlacuachitos y mi bello Wuatzin, cuando mis hijos crezcan y tengan que buscar su propio hogar desearía que vivieran en un lugar en el que las personas comprendan que no somos malos, no somos plagas, no queremos molestar, solo deseamos vivir con tranquilidad.


Por último me gustaría agradecer a aquellos que nos ayudan a informar a las personas que no somos malos y que como otros animalitos merecemos una vida con paz,amor y comprensión, he sido una tlacuache con suerte, pero no deseamos la suerte de sobrevivir, deseamos la dicha de poder vivir.”

Así terminó el relato de la vida de Magnolia, una bella tlacuache que nos conmovió con su historia, si alguna vez la observas pasar en busca de comida o paseando a la luz de la luna, toma asiento, déjala seguir su camino y comparte el amor al marsupial que nos enseño que los que perdieron el bosque ya no tienen que ser marginados o detestados de ciudad. 

 Autores

  • Diego Saúl Villavazo Manjarrez
  • Cristina Rubio
  • Francesca Jauregui
  • Sara Naomi Rivera

Revisión y edición: Eréndira Canales-Gómez

Para leer más:

Apapache al Tlacuache: Proyecto de Educación Ambiental

Tlacuaches y basura cero en Ciudad Universitaria


Fuentes consultadas:

Prensa UV, D. (s/f). Tlacuaches y su importancia biológica, poco estudiados en México. Universo - Sistema de noticias de la UV. Recuperado el 23 de marzo de 2023, de https://www.uv.mx/prensa/ciencia/tlacuaches-y-su-importancia-biologica-poco-estudiados-en-mexico/

Gallo, G. (s/f). Los mamíferos poco conocidos de México: los tlacuaches. Inecol.mx. Recuperado el 23 de marzo de 2023, de https://www.inecol.mx/inecol/index.php/es/bienesmuebles-inmuebles/17-ciencia-hoy/1913-los-mamiferos-poco-conocidos-de-mexico-los-tlacuaches

Lopez, D. (2021, mayo 9). Tlacuaches, en riesgo debido a la desinformación e ignorancia. Quadratín Veracruz. https://veracruz.quadratin.com.mx/tlacuaches-en-riesgo-debido-a-la-desinformacion-e-ignorancia/

(S/f). Eitmedia.mx. Recuperado el 23 de marzo de 2023, de https://eitmedia.mx/index.php/life-style/vida/item/80188-el-tlacuache-una-especie-sumamente-importante-para-el-equilibrio-ecologico