miércoles, 29 de marzo de 2023

El mal que acecha en nuestras aguas

Se dice que el Diablo anda suelto. No se sabe bien cómo llegó, pero lo que sí se sabe es que quiere dominarlo todo. Hasta la fecha, varios ríos de México han estado sufriendo por la presencia de este ser, y lo peor es que siempre quiere más. Cada río que ha encontrado, es un río que ahora le pertenece.

Pero la pregunta aquí es... ¿Quién es este ser?

Su nombre es Pterygoplichthys pardalis mejor conocido como el pez Diablo. Habita en agua dulce y su lugar de origen es la cuenca del río Amazonas en los países de Brasil y Perú [1].

A diferencia de su imagen tradicional, este Diablo se robó la piel del leopardo, para mostrar al llegar a su etapa adulta, sus oscuras manchas en su piel. Además, posee un gran número de placas óseas flexiblesparecidas a escudos, que recorren su cuerpo, así como filosas espinas adyacentes a sus aletas, dándole un aspecto de una fiera invencible [2].

El temible invasor: Pterygoplichthys pardalis.
Créditos de la imagen: (c) Quasim y Jawad (2022).

En algún punto se pensó que, al tratar de invadir otras tierras, este moriría como suele pasar con otras especies, al no contar con las mismas condiciones que en su tierra natal. Pero tal fue la sorpresa que fue capaz de resistir las adversidades como una fuerza imparable.

Gracias a su alta adaptabilidad a su entorno, le fue sencillo que pudiera propagarse en diversos ambientes de otros países, lugares tan lejanos como lo son Indonesia, Malasia, Filipinas, Puerto Rico, Singapur, Vietnam, Serbia, Estados Unidos, Costa Rica y México [1], siendo en este último donde se registró su primera aparición en 1995 en el río Mezcala, Guerrero, como una señal de mal augurio [3].

Invasión de peces diablo en México, actualizada al año 2014.
Créditos de la imagen: Amador del Ángel et al., (2014).


En México se han observado al menos seis formas en las que el Diablo ha aparecido, invadiendo varios ríos del país a los que ha llegado de manera accidental o, peor aún, intencional [2].

Existen varias teorías sobre cómo este invasor  llegó a México. Una de ellas, cuenta que fue liberado por granjas acuícolas a causa del acuarismo. Pero sin importar el motivo por el que llegó a los ríos de nuestro país, se esperaba que al menos sería cazado por depredadores más grandes como los cocodrilos, el águila, el cormorán y ciertos peces como el róbalo y el sábalo [1]. Y así fue. Sin embargo, esto no representó un problema para el pez Diablo, ya que éste se reproduce más rápido de lo que es depredado.

Lo anterior, desafortunadamente, ha traído consecuencias en los ecosistemas de los ríos, puesto que los modifica a sus gustos, destruyendo las orillas de los ríos para extenderse a más lugares, haciendo cuevas en sus paredes [2]. Además, matan a especies nativas que vivían en armonía, por ejemplo, las aves acuáticas que intentan comerlos, y causando la huida de otras especies por el miedo del consumo de sus huevos o de sus alimentos [4], también consumen partes de plantas, algas y bacterias. Incluso, depredan, de manera accidental, gusanos, larvas de insectos y otros habitantes del fondo [1].

Pero no ha sido lo único malvado que ha hecho este ser, también de alguna forma u otra ha devastado la economía de muchas personas, pues al tener espinas bastante filosas, tienen la capacidad de cortar las redes de los pescadores. Además, por su alta capacidad de reproducción, complica la captura de los peces comerciales que buscan los pescadores al capturarlo también, haciéndoles gastar tiempo y dinero [5].

Estos parecían haber sido sólo rumores sobre un terrible pez que quería gobernar cada río que tenía a su paso. Era difícil de creer algo así. Hasta que hace poco ocurrió algo que nunca nadie creyó que ocurriría, ese malvado pez del que tanto se hablaba, al fin apareció. Se llevó la comida y el espacio de los peces, es realmente una plaga: el pez Diablo había llegado por fin a Nayarit.

En el fatídico año de 2013, se encontraron por primera vez poblaciones prósperas de dos especies de estos viles seres en la planiciecostera de San Blas, hogar de múltiples especies protegidas, ahora, bajo una amenaza nunca antes vista [6]Asimismo, en un estudio reciente realizado en La Tovara, un humedal en la costa de dicho estado en el 2021 por un biólogo egresado del Centro Universitario de la Costa, se capturaron un gran número de individuos (125), los cuales tenían un peso y tamaño parecidos a los reportados anteriormente, lo que nos dice que su reproducción es muy exitosa, mostrando que su siniestro avance parece inevitable [7].

Para acabar con este infernal pez y obligarlo a dejar nuestro país, se recomienda que, si te lo llegas a encontrar en la casa de alguien, cuéntale lo que acabas de leer para que sea consciente de lo peligroso que es. Pero si lo llegas a ver en un río o lago, se sugiere sacarlo del agua, ya que así pierde su fuerza, y avisarle a las autoridades de SEMARNAT, para que ellos se encarguen de seguir combatiendo a este invasor.

Los peces diablo son un peligro para los ecosistemas acuáticos de México. Prevengamos su invasión no liberándolos al medio ambiente.
Créditos de la imagen: CONANP.

Debido a la creciente preocupación sobre la invasión de este diabólico pez, se han ingeniado distintas formas de sacar provecho de su carne, al ser un pez clasificado de carne blanca esto indica que es de fácil digestión, por lo tanto, es una carne muy versátil a la hora de prepararse. Se sugiere prepararlo en rebozados o empanizados ya que de esta manera dejaremos el sabor de la carne intacto y sin opacarlo con salsas o con algún insumo que sea de sabor más fuerte [8].

Cocinado y rebosado, el diablo no asusta tanto.
Platillo preparado con carne de Pterygoplichthys sp.
Créditos de la imagen: Ayala et al., 2015.


Ahora que conoces mejor el potencial invasor de este pez, ayúdanos a difundir para evitar la conquista de nuestros territorios acuáticos, tenemos las herramientas para evitarlo, pero nos faltan guerreros y tú puedes ser uno de ellos.

Cuéntanos, ¿alguna vez has visto a este Diablo al acecho?


Autores: 

  • Mariana Monserrat Núñez Padilla
  • Héctor Miguel Gutiérrez Rodríguez
  • Tania Abigail Hernández Rubio
  • Pedro Damián Gutiérrez Reyes

Revisión: Eréndira Canales-Gómez.

Edición: Eréndira Canales-Gómez y Abril Bautista López.


Para leer más

El pez diablo en México

La infernal plaga de peces diablo que afecta a miles de pescadores en México

Declaran desastre ecológico por presencia del pez diablo en Nayarit


Referencias

1. Guevara Carrió, E. (2014, 25 marzo). Aspectos biológicos e impacto socio-económico de los plecos del género Pterygoplichthys y dos cíclidos no nativos en el sistema fluvio lagunar deltaico Río Palizada, en el Área Natural Protegida Laguna de Términos, Campeche. CONABIO. Recuperado el 17 de octubre de 2022.

2. Mendoza, R., S. Contreras, C. Ramírez, P. Koleff, P. Álvarez y V. Aguilar. 2007. Los peces diablo: especies invasoras de alto impacto. Biodiversitas 70: 1-5.

3. Barba Macías, E., Juárez-Flores, J. & Magaña- Vázquez, M. (2011). Nuevos registros de plecos (Pterygoplichthys pardalis) (Siluriformes: Loricariidae) en las cuencas del río Grijalva y Tonalá, Pajonal-Machona, Tabasco. Recuperado 18 de octubre de 2022.

4. Velázquez, V. E. (2013). El pez diablo: Especie invasora en Chiapas. Lacandonia, 99-104. Vinodhini, R., & Narayanan, M. (2008).

5. Luis, A., Ayala-Pérez, A., Delia Pineda-Peralta, H., Álvarez-Guillen, L. Enrique, A.-D. (s.f). El pez diablo (Pterygoplichthys spp.) en las cabeceras estuarinas de la Laguna de Términos, Campeche. Recuperado el 16 de octubre de 2022.

6. Tapia-Varela, J.R., D.S. Palacios-Salgado, J.T. Ponce-Palafox, C.A. Romero-Bañuelos, J.T. Nieto-Navarro, P. Aguilar-García y T. Wakida-Kusunoki. (2021).  Record and stablischment of the non-native Loricariid catfish genus Pterygoplichthys (Siluriformes: Loricariidae) in the Coastal Plain in San Blas, Nayarit, Southeast Gulf of California, Mexico. Limnetica 40(1): 93-102.

7. Alcántara Oliver, Y.. (2021). Estructura de tallas y proporción sexual del pez diablo (Pterygoplichthys spp., Loricariidae) en La Tovara, Nayarit, México. Informe final de prácticas profesionales de la Licenciatura en Biología del Centro Universitario de la Costa.

8. Ayala et al, (2015). El pez diablo en México, guía para administradores y usuarios de recursos pesqueros. Recuperado el 15 de noviembre de 2022.



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