sábado, 12 de diciembre de 2020

Los cocodrilos son amigos, no bandidos

 Amenazas locales para el cocodrilo de río (Crocodylus acutus) en Puerto Vallarta, Jalisco

ADVERTENCIA
Este post contiene verdades inéditas sobre los monstruos del estero... ¿Tienes las escamas necesarias para continuar?

 
¡PELIGRO! ¡AGUAS INFESTADAS DE MONSTRUOS PELIGROSOS!

Nuestras paradisiacas playas, ríos e incluso nuestros sagrados campos de golf han sido maldecidos por la presencia de seres fríos y crueles. Verdaderamente unos asesinos sanguinarios, capaces de atacar a cualquier pobre alma en pena que se les atraviese... o eso nos han hecho creer.

Cocodrilo de río Crocodylus acutus termorregulando. Fotografía (c) Abraham Aréchiga | David Valdovinos. Da click en aquí para conocer más sobre su situación en la Bahía de Banderas.

Las terribles aberraciones a las que nos referimos son los llamados
Crocodylus acutus, alias cocodrilo americano. Esta “amenaza inminente” es en realidad una especie nativa de América que, en México, se distribuye por la vertiente mexicana del Pacífico. Este “terrible” animalito es uno de los últimos vestigios de los dinosaurios. Seres cuya función y mera existencia es crucial para la supervivencia de su hábitat entero y, por lo tanto, son cruciales para la supervivencia de nuestro puerto como lo conocemos. El trabajo de los acutus es el de ser un controlador de la población local de diferentes especies como de peces y aves, además, son muy buenos haciendo su labor.

Distribución del cocodrilo de río Crocodylus acutus.Imagen (c) Balaguera-Reina et al., 2019.


Durante mucho tiempo así fue, ellos fungían su rol ecológico y reinaba el equilibrio del ecosistema, pero progresivamente, esto cambió con el tiempo y el desarrollo de otro animal, uno más ambicioso, voraz y francamente irresponsable: el ser humano.

 El registro más antiguo sobre la presencia del cocodrilo americano en la Bahía de Banderas, se remonta al año 1861, cuando un barco ballenero documentó en su bitácora la ocurrencia y abundancia de los reptiles en algunas playas y en un río. Después, en la década de 1930, de la contemplación se pasó a la explotación comercial de pieles para su exportación. El gobierno mexicano aplicó leyes de prohibición que terminaron con su explotación extensiva entre los años 1940-1960 y a partir de la década de los sesenta, mientras los Beatles dominaban las radios de todo el mundo, en Puerto Vallarta la población humana experimentó un crecimiento explosivo relacionado al turismo. Desde entonces, la rápida urbanización ha ido ocasionando que algunos hábitats naturales de los cocodrilos se vean impactados, incrementando las posibilidades de que las personas y los reptiles tengan desafortunados encuentros (Cupul-Magaña et al, 2010).

En diciembre del 2018, un cocodrilo entró a una agencia de autos en Puerto Vallarta.  Esta agencia de autos está ubicada cercana a campos de golf en lo que antes era una zona de estuarios. Foto (c) Tribuna de la Bahía.

Al ser animales tan grandes e imponentes, es completamente normal sentir miedo, es instintivo sentirlo, pero a eso sumémosle que, gracias al cine y otros medios irresponsables, la reputación del cocodrilo ha sido arrastrada más que la de un político en campaña. Por títulos amarillistas como los siguientes, el cocodrilo es visto como un ser extremadamente peligroso, malicioso y horrible, que mata humanos por deporte y ofendería a tu mamá a la más mínima provocación mientras que el papel de los humanos en esta historia es únicamente el de un mártir exento de responsabilidad.

Los cocodrilos no son los favoritos de la prensa, parte de su mala fama es debida a la desinformación.

Sin embargo, esto, aunque no siempre es completamente falso, ciertamente al caer en el amarillismo se omiten o exageran detalles cruciales para entender completamente la situación y en estos “él hizo, yo hice”, suelen ser los cocodrilos los que la pagan, como en el caso de este pobre.

Lamentables acciones derivadas de la falta de Educación Ambiental de la población, así como el desconocimiento sobre la biología y ecología de esta especie. 


La realidad es que, en 52 años de documentación, el número de ataques de cocodrilos en toda la costa de Jalisco es de 30-31 incidentes. Es importante notar que, aunque el número es mucho más bajo de lo que nos han hecho creer, cada vez es más frecuente. Ahora, entre los años 2007-2010 en Puerto Vallarta, hay registros estudiados de cinco casos de ataques y ninguno resultando en consecuencias fatales. (Cupul-Magaña et al., 2010).

Con fines ilustrativos compararemos las cifras de fatalidades en Jalisco. Por ataques de cocodrilos entre los años 1958-2010, ha habido entre 30-31 casos, donde solo tres de ellos resultaron en fatalidades, por otro lado, solo en el año 2012, en Jalisco perecieron 365 personas en accidentes viales relacionados a la ingesta de alcohol. (Gobierno de Jalisco, 2012–2020).

Hay muchos factores en juego y definitivamente son una serie de eventos desafortunados que orillan a los cocodrilos a desplazarse de su hábitat y en el peor de los escenarios, resulta en incidentes así. Los expertos han establecido las razones que explican la ocurrencia de ataques de cocodrilo, sin provocación de los humanos:


1.     Responden a la defensa territorial

Los cocodrilos son animales territoriales y ¿apoco tú no arremeterías contra un desconocido que entra a tu casa?, es una reacción completamente comprensible. 


2.     Defensa de nidos y/o crías

¡La bendiciones! Los cocodrilos, tienen roles parentales y protegen con uñas y dientes a sus bebés, así como los humanos. Muchas veces estos esconden sus nidos y puede pasar que un humano inadvertido se acerque demasiado y ¡SNAP! 


Juveniles de cocodrilo de río. Imagen (c) Denis Cavanzo Ulloa


3.     Caza para alimentación

Los acutus son animales oportunistas que se alimentan de una amplia variedad de presas, esto no quiere decir que los humanos somos el manjar de elección, pero sí que podemos ser una opción. Algo así como el taco frío y tieso del refrigerador que te comes en la madrugada. ¿Cumple su función? Sí. ¿Si hubiera otra opción más apetecible igual elegirías el taco? No.


4.     Confusión de identidad o humano como objetivo secundario

Es posible que los cocodrilos dirijan su ataque a una mascota, a los peces que un pescador sujeta o hasta al alimento que una persona le puede proporcionar y, al morder, se equivoca y muerde al humano. Continuando la analogía, confunden el manjar (el perrito inadvertido), con el taco tieso (nosotros). 


5.    Autodefensa

Al tratar de atrapar o manipular cocodrilos, éstos pueden responder instintivamente con una mordedura para defenderse, igual que nosotros cuando nos agarran una lonjita, ¡a nadie le gusta que lo toquen sin permiso! 

El manejo de los cocodrilos debe hacerse por especialistas y personal entrenado para ello.

Como podemos observar, ni una de estas razones es un porqué premeditado o malicioso, no son villanos ni mucho menos antagonistas en esta historia, son víctimas y además son animales magníficos e igual de dignos de vivir como cualquier otro animal.

Hacer caso de la señalética puede salvar vidas humanas y animales.

No podemos aislar a un solo responsable de que los incidentes con humanos estén en aumento, pero ciertamente la urbanización del hábitat del cocodrilo de rio en Puerto Vallarta, los han orillado a desplazarse. Poquito a poquito hemos remplazado su hogar con campos de golf, resorts, la marina, plazas comerciales, etc. y ellos al buscar alimento, donde anidar, donde vivir o por lo menos sobrevivir, terminan en estos encuentros indeseables. Lo que sí podemos hacer es aprender a respetarlos.

Langley enumera una serie de recomendaciones para evitar ser mordido por el caimán americano, las cuales son aplicables también para el cocodrilo de río:

  1. No permitir que los niños se aproximen a los cuerpos de agua habitados por estos reptiles; 
  2. No practicar la natación en zonas de riesgo y en aguas turbias; 
  3. No alimentar a los animales con restos de comida dejados dentro o en la orilla del agua;
  4. Evitar que las mascotas (perros) ingresen al agua donde no existe la seguridad de que se encuentre libre de estos reptiles; 
  5. Remover animales de espacios naturales si existe evidencia de que sean perniciosos; 
  6. Y no aceptarlos de mascotas. 
Desafiando a la suerte. Imagen (c) Noticias PV.


Además, en el caso de México, ante la existencia de un posible conflicto, acudir a las instancias de ecología municipal, protección civil, bomberos o los responsables del medio ambiente del estado o la federación, para que tomen cartas en el asunto (Cupul-Magaña et al., 2010). Con estas recomendaciones invitamos a la comunidad de Bahía de Banderas a que utilicemos nuestro sentido común y respetemos su espacio, su hogar y su derecho a vivir en paz.

Autores

Anguiano-Mejía, Christian-Osmar; Cruz-Romero, Emiliano; Garibay-Corona, Luna-Melissa; Peralta-Peña, Jimena; Moreno-Contreras, Dariana-Chantal.

Revisión y Edición

Eréndira Canales Gómez.

 Bibliografía

Casiida, F. (2005). Una publicación del Grupo Fauna CasiIda Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Nacional de Rosario AÑO 3 N° 3 - 2005 -.

Cupul-Magaña, F. G., Rubio-Delgado, A., Reyes-Núñez, C., Torres-Campos, E., & Solís-Pecero, L. A. (2010). Ataques de cocodrilo de río (Crocodylus acutus) en Puerto Vallarta, Jalisco, México: presentación de cinco casos. Cuadernos de Medicina Forense, 16(3), 153–160. http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1135-76062010000200003&lng=es&nrm=iso&tlng=es

Hernández-Hurtado, H., De, J., Romero-Villaruel, J., & Simitrius Hernández-Hurtado, P. (2011). Population ecology of Crocodylus acutus in the estuarine systems of San Blas, Nayarit, Mexico. In Revista Mexicana de Biodiversidad (Vol. 82).

Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives de Andreis.,” F. G. (1996). Boletín de investigaciones marinas y costeras. In Boletín de Investigaciones Marinas y Costeras - INVEMAR (Vol. 41, Issue 2). Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras “José Benito Vives De Andreis.” http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0122-97612012000200013&lng=en&nrm=iso&tlng=es

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