[Silbido de notificación en el celular] Son las 3 de la mañana,
sabes que tienes una pila de pendientes esperando por ti -incluyendo el
proyecto final del semestre-, estás cansado, mueres de sueño, pero no puedes
dormir; y para acabarla de amolar, hoy no podrás adelantar tus tareas, porque
te toca doble turno en el trabajo.
¿Te has encontrado en una situación así? ¡¡Aaaaaaghhhhhh!!
Estudios demuestran la vulnerabilidad presente en universitarios
a padecer ansiedad y estar en constante predisposición a manifestar
trastornos mentales (Kaplan, Sandock y Sadock, 2009) debido la carga escolar,
las exigencias académicas y el elevado desgaste psicológico, emocional y
social, que generan estrés en la vida del estudiante.
Desertar no es
opción, rendirse mucho menos, entonces… ¿Qué hacer?
“La ansiedad no es necesariamente mala, porque también puede llevar a la persona al conocimiento de su propio ser” (Anónimo).
Insomnio,
pesadillas, intranquilidad, "piquetitos" en el pecho, temblor en extremidades del
cuerpo, indigestión, mareos, falta de concentración, nerviosismo, taquicardias,
pánico, actividades inconclusas y somnolientas, tristeza inesperada y/o
irracional, entre muchas más (Reyes-Ticas 2010), son solo algunos de los síntomas de la
ansiedad. Dichos, pueden ser en extremo desagradables e incómodos de
sentir; como una maldición que la universidad trae consigo, o como exterioriza
la compañera Zermeño “un castigo horrible que no te deja ser”.
Alejandra Z. es
una estudiante de primer semestre en la carrera de psicología, quien ha
experimentado varios episodios de ansiedad; comenta que, ellos surgieron a
partir de su ingreso a la universidad. De hecho, fue ella misma quien sugirió el tema de ansiedad como enfoque de estudio en la presente investigación. Pues Alejandra Z. ha sido víctima de las demandas características en esta etapa de la vida, conocida como juventud.
La OMS (Organización Mundial de la Salud, 2019) sugiere que no abordar la sintomatología de posibles trastornos y desequilibrios mentales puede tener consecuencias negativas en un futuro, próximo y lejano.
¡¡Es ahí donde entran la habilidad y el desenvolvimiento social al rescate!!
Los humanos somos seres relacionales, es inherente de la persona el socializar, solo que unos son mas"dados" a esto que otros. Las interacciones con los demás llegan a ser ventajosas, pues generan cierta evolución en los procesos cognitivos y emocionales. La forma de comunicarse, que tiene cada persona es el resultado de las respuestas que este ha obtenido como reacción al ambiente. Todo desarrollo empieza en una interacción con otro; es por eso que las interacciones en general aportan riqueza a la experiencia del individuo. Cuando se producen experiencias positivas, con ellas se generan reacciones de aprobación, las cuales, subconsciente-mente buscamos replicar en otro momento. Debido a esto se ve a la sociabilidad como herramienta facilitadora de motivación y vinculación (Fregoso, 2004).
En esta investigación se tomaron en cuenta los principales factores de riesgo a manifestar ansiedad y los elementos causales de la misma. Empezando por supuesto con la delimitación de que si, y que no, es considerado ansiedad. Y las diferencias que se tienen al asimilar situaciones estresantes ante las diferentes etapas del desarrollo, tomando en cuenta -también- las diferencias de género, niveles socioeconómicos y otros agentes que puedan ser propicios a contribuir en la aparición de la ansiedad.
Ahora ya lo sabes... si tienes una duda sobre la clase... ¡hazla! lo más seguro es que no seas el único que no ha entendido del todo. No te preocupes si no encuentras la hoja donde apuntaste los criterios de evaluación, tal vez un compañere (#inclusión) los tenga y te los pueda pasar.
Y recuerda... está bien estar mal, lo que está mal es no intentar estar bien. ¿Quién sabe? A lo mejor tú podrías ser esa palabra de ánimo que alguien necesite, esos oídos que saben escuchar con empatía y paciencia, o ese brazo que sostiene la maqueta final al borde de caerse de lo pesada que está. Siempre se puede tomar ventaja de las redes de apoyo y la comunicación, pero lo más importante es que tú te apoyes a ti mismo, comunicando a tú yo interior lo que deseas de él y comunicando tu parte racional con tu lado emocional 😉
Consulta nuestros resultados sobre la investigación del tema "Desenvolvimiento Social como Factor Preventivo de Ansiedad en Estudiantes Universitarios", plasmados en el siguiente cartel:
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